Esta actividad individual consiste en escoger, de entre un repertorio de canciones infantiles, tres que han de interpretarse como mínimo 4 veces. Lo que sería:
- La canción tocada en un instrumento.
- La canción cantada con la letra.
- La canción cantada con el nombre de las notas.
- La canción recitada y percutida (palmas) con las palabras rítmicas.
Y como opción extra:
- La canción cantada con uno e los ejercicios propuestos en el dossier del repertorio.
Cada canción debía ser interpretada con un pulso estable de fondo. Yo empecé a realizar esta actividad con un metrónomo que encontré online, pero no atinaba a ponerlo a una velocidad con la que estuviera a gusto. Luego pasé al metrónomo del teclado que utilicé como instrumento musical para la interpretación y me fue mejor, aunque me costó un poco coordinarme.
Las canciones que escogí fueron:
- Debajo un botón.
- Yo tengo un pianito.
- Anda, anda.
Y también se nos dió una opción a escoger otras 4 más, del apartado extras del repertorio, que solo había que cantar con un pulso de fondo, entre las que escogí:
- Con mi martillo.
- Estas son mis manos.
- Mi zapato pato.
- Un ciervo en su casita.
En general, lo que mejor se me dio fue la interpretación con el teclado y recitarla y percutirla con las palmas. En cuanto al canto... tuve que repetir esas interpretaciones varias veces. Al final opté por hacer el pulso yo misma con los pies o dando golpes con las manos, así como hacerlo sentada porque, de tantos ensayos de pie haciendo el pulso con los pies en movimiento, acababa cansada y no conseguía afinar la voz. Además, descubrí algo con la profesora que no me daba cuenta que hacía. Por lo visto, empezaba cada canción sin la entonación, es decir, como si la hablara en vez de cantarla, pero en un corto espacio de tiempo. Así que tuve que trabajar para corregirlo.
Tengo muy claro que debo trabajar el oído ya que hay aspectos como ese que son muy complicados para mí de percibir. Es obvio que no trabajé el oído en la escuela. Fui a preescolar y luego a E.G.B. y no tengo recuerdos de haber trabajado la música más allá de haber cantado unas pocas canciones infantiles o para fiestas del colegio. Por suerte, esto es algo que en la educación de hoy día se está corrigiendo y, seguramente, lo que a mí me ha supuesto tanto trabajo, para los niños del mañana no supondrá esfuerzo alguno.
Yo siempre me he considerado un poco dura de oído, y eso que no tengo ningún problema auditivo. Quizás si hubiera trabajado esto en mi desarrollo, ahora no sería así. Pienso que desarrollar el oído es algo muy importante y abarca mucho más que aspectos musicales como, por ejemplo, el aprendizaje de idiomas. Es muy importante tener un buen desarrollo auditivo para captar sonidos a los que no estamos acostumbrados, por lo que, como futuras maestras, es algo que considero que debemos cierta importancia.
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